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¿Qué es un dardo en lo espiritual?

En Efesios 6:16, el apóstol Pablo nos exhorta: “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.”

Esta declaración nos revela que existen ataques espirituales invisibles que el enemigo lanza contra los creyentes. Estos ataques son llamados “dardos de fuego”. Pero, ¿qué significa esto? ¿Qué es exactamente un dardo en lo espiritual? ¿Cómo actúa? ¿Cómo se identifica y se vence?

Un dardo espiritual es un pensamiento o impulso inspirado por el enemigo

En el mundo natural, un dardo es un arma pequeña, veloz y punzante, diseñada para herir sin ser vista de inmediato. En el ámbito espiritual, funciona igual. El dardo espiritual es una idea, emoción, tentación, acusación o sentimiento negativo que no proviene de usted, ni de Dios, sino del maligno.

Es algo que aparece de repente o de forma inconsciente en su mente o en su corazón, con el propósito de:

  • Enfriar su fe
  • Debilitar su ánimo
  • Introducir temor
  • Generar duda
  • Provocar culpa
  • Estimular el pecado

Estos dardos son encendidos, porque su objetivo es provocar un incendio interno que se esparza: una pequeña chispa de duda puede generar incredulidad; una insinuación de temor puede producir ansiedad.

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Los dardos del enemigo tienen como objetivo su mente y su corazón

El enemigo sabe que si logra sembrar un pensamiento destructivo en su mente, puede afectar toda su vida espiritual. Como dice Proverbios 4:23: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.”

Los dardos más comunes pueden manifestarse así:

  • “Dios ya no me ama…”
  • “Nunca voy a salir de esta situación…”
  • “No soy digno de orar…”
  • “Todos están en mi contra…”
  • “Mejor me alejo de la iglesia…”
  • “¿Y si todo esto es mentira?”

Son frases aparentemente simples, pero cargadas de veneno espiritual.

Un dardo espiritual puede ser una tentación disfrazada

Satanás sabe disfrazar sus ataques. Como dice 2 Corintios 11:14: “Satanás se disfraza como ángel de luz.” Muchos dardos llegan como ideas que parecen lógicas o atractivas, pero que contradicen la Palabra de Dios.

Un ejemplo:
— “No pasa nada si cedo una vez, después me arrepiento.”
— “Dios quiere que yo sea feliz, así que esto no puede ser pecado.”

Cuando estos pensamientos no se filtran por la verdad bíblica, pueden llevar al creyente a tomar decisiones fuera de la voluntad de Dios.

Los dardos pueden ser apagados con el escudo de la fe

La buena noticia es que usted no está indefenso. Pablo nos dice que hay una manera de resistir y apagar cada ataque: el escudo de la fe.

Tener fe no significa solo “creer que Dios existe”, sino confiar plenamente en lo que Él ha dicho, sin dudar. Cuando usted levanta el escudo de la fe, bloquea la mentira y protege su mente.

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¿Cómo levantar el escudo?

  • Declarando la Palabra de Dios con fe
  • Orando con autoridad
  • Resistiendo los pensamientos erróneos
  • Alimentando su espíritu con la verdad

Como hizo Jesús en el desierto, usted puede decir: “Escrito está…” (Mateo 4), y el dardo será neutralizado.

Discierna y deseche: no acepte todo lo que piensa o siente

Muchos creyentes sufren porque aceptan como propios pensamientos que fueron sembrados por el enemigo.

– No todo lo que pasa por su mente es suyo.
– No todo lo que siente es verdad.
– No todo lo que imagina proviene de Dios.

Discernir es vital en la guerra espiritual. Usted tiene autoridad en Cristo para resistir y derribar todo argumento contrario a la verdad (2 Corintios 10:4-5).

Esté alerta, pero no tenga miedo

Ahora que usted sabe qué es un dardo espiritual, esté alerta, pero no tema. Dios le ha equipado con todo lo necesario para vencer. Su fe, su oración, su comunión con Cristo y el poder del Espíritu Santo le dan la victoria. Levante su escudo cada día y camine con confianza.

Recuerde:

“Mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo.” (1 Juan 4:4)

Jorge Barrientos

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